La Pedagogía
Experiencias negativas como la ruptura de la familia, el maltrato y el abandono, la precaria situación económica y la falta de educación han reemplazado al amor y la seguridad, afectan gravemente la vida de los NATs. Por lo tanto, es necesario reconstruir sus lazos sociales a través de una pedagogía basada en la amabilidad y la ternura: confianza y afecto reciproco conllevan a una ruptura de un sistema de defensa agresivo y a un ser mucho mas seguro, quien será capaz de relacionarse con otros en la misma amable manera. La necesidad más grande para un NAT, es la de contar con la presencia de alguien quien los cuide y con quien compartir.
Es importante considerar a los NATs como un grupo de niños y adolescentes con los mismos derechos que tienen los demás, darles un valor justo para que puedan avanzar en la vida mientras se transforman en adultos bajo una condición de justicia e igualdad, y verlos como personas en un constante proceso de crecimiento.
Los NAT necesitan ser guiados por gente adulta que pueda ofrecer a los niños no solo su presencia física, sino también su compromiso personal que implica una oportunidad de vida. Esta es la elección que los educadores de Marcelino Pan y Vino han hecho, preparándose continuamente para llenar las expectativas de su difícil pero muy importante tarea. «Gracias a estos niños y jóvenes podemos probar como todos los seres humanos son sagrados y este es un descubrimiento que nos ayuda a proteger y promover sus vida».